Las palabras son mágicas, curan, unen, pueden ser imaginadas y se plasman aquí para ser disfrutadas. Deja a tu alma unirse a la mía, recorrer nuevos mundos, inventar nuevos personajes y vivir con ellos las palabras de sus aventuras.

miércoles, 19 de septiembre de 2012

EL VIAJE


El roce de las sábanas contra sus piernas le hizo abrir los ojos e incorporarse al mundo de los vivos. Miró el despertador. Las 6:40. Se levantó de la cama  y se desperezó estirando los brazos todo lo que pudo.  Hoy era el primer día de l resto de su vida. Se sentía pletórica.  Bajó a la cocina y se preparó un zumo de naranja y se sentó en el banco de madera que había bajo la ventana. Y miró por ella… y su mirada se perdió en la espesura del bosque que tenía enfrente. Entonces salió de su cuerpo. Y corrió por el bosque, subió a los árboles, se asomó a los nidos, se metió en el lago y nadó con los peces… y experimentó la libertad. Y entonces se le ocurrió. ¿Podría salir del globo?  Cogió aire despacio, lo soltó por la boca aún más despacio… cerró los ojos e imaginó como su cuerpo ascendía. Ascendía, ascendía traspasando las nubes, se fusionó con el cielo, salió del globo y miró a su destino… Allí estaba… lejana y misteriosa, depositaria de sus secretos… La luna, a quien tantas veces había mirado desde abajo, desde su cuerpo físico; la luna, a quien tantas veces había pedido su favor. Allí estaba, a au alcance. Se dio prisa, estaba impaciente.  Llegó… se posó…abrió los ojos… y después la boca. No salía de su asombro. Allí estaban todos, absolutamente todos, los recuerdos  de su vida… incluso aquellos que creía guardados, aquellos que  a los que su memoria no tenía acceso, aquellos que herían el alma…

 

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